domingo, 9 de diciembre de 2012

Taisho 1912 - 1926

Seguimos con la señora Caroline Jane Sato.

Hubo un resurgimiento del pasado iniciado por la emperatriz Tenmei que volvió a usar el vestido tradicional para su coronación en 1912. Durante y después de la primera guerra mundial, Japón se benefició del comercio con los aliados y con sus nuevos territorios (Corea, Taiwan y islas Kuriles) creando una era de prosperidad.

El terremoto del 1923 devastó Tokyo y aceleró el cambio de los grandes almacenes a grandes almacenes estilo internacional. El terremoto es citado como el punto donde las mujeres tendieron hacia las modas cosmopolitas. Sin embargo, Faust, trabajando en una universidad japonesa y escribiendo después del terremoto, concluyó que la razón por que la mayoría de las mujeres japonesas aún estaban llevando kimono era que los hombres no querían que cambiaran.

Gunsaulus anotó la distinción entre algodón para los conjuntos de diario y la seda para kimono formal. Ella explica que el kimono podía ser llevado arrastrando por el suelo o atado con dos cuerdas alrededor de la cintura y las caderas. Crepé rallado o diseños distribuidos por la tela (komon) eran los preferidos para la calle, pero la ropa formal tenía kamon y sobrios diseños florales o escénicos por el dobladillo y a veces en las mangas. El kimono formal se constituía de tres capas de kimono con un dibujo floral de configuración asimétrica en el dobladillo.

De acuerdo con Gunsaulus (1923), es en el haneri, juban y obi donde los diseños y colores atrevidos reflejaban los gustos personales. Los maru obi eran llevados para las ocasiones formales y los chuya obi forrados con un color en contraste en el resto de ocasiones. Las dos maneras principales de atar los obis eran otaiko (llevado por todas las mujeres) y bunko (llevado por novias o mujeres solteras).

 Gris, marrón, malva o azul suave (brillantes en contraste a los oscuros colores de periodos anteriores) eran comunes para mujeres jóvenes y tonos más sobrios para las matronas. Mishima describe el ajuar de su prima que incluía un kimono para cada mes y explica que cuando su prima se fue a su viaje de bodas, ellos no podían encontrarla en la estación por que el morado estaba de moda y todo el  mundo lo llevaba.

Los grandes almacenes y las grandes compañías comerciales guiaban la producción de kimono y eran influyentes en las modas del día, produciendo diseños populares reminiscentes de periodos más antiguos o de influencia extrajera. Los motivos chinos se pusieron de moda y las rayas se volvieron más anchas. Los productores de kasuri, shibori y chuugata utilizaban nuevas tecnologías y las elevaron a nuevos estándares. Los kimonos de rayas dieron lugar a las telas estampadas cuando las innovaciones tecnológicas y la producción en masa reducieron el precio de las telas estampadas.


Los diseños se volvieron más grandes, más atrevidos y más coloristas y reflejaban los gráficos modernos. Los diseños graficos son particularmente aparentes en los kimonos meisen. Los kimonos meisen, populares desde la era Meiji, estaban hechos de los restos de seda resultantes de la industria sedera y estaban tejidos resultando un kimono duradero y barato. La demanda se incrementó para los yuki tsumugi, originalmente una tela índigo rayada, después fue producida con kasuri con dibujos; siendo el diseño de concha de tortuga el más popular.


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