Uno de los peligros de comprar online kimonos, obis y demás es que no puedes saber con certeza de que material están hechos. Pero con el tiempo aprendes un poco y aciertas mirando las fotos, aunque no es infalible para nada.
Si se compra un kimono de poliéster o mezcla, pensando que por la descripción del vendedor que era de seda, no es problema a menos que quieras llevarlo en un tiempo cálido. Más vale verlo por la vía positiva y pensar que al menos es lavable. Peor es que te llegue uno de rayón. U_U
El
rayón es una de las primeras fibras manufacturadas. En realidad no es sintética por que proviene de la madera (o cualquier celulosa) y no de un derivado del petroleo o similar. Es una fibra del siglo XIX que ha ido evolucionando con el tiempo. Aunque se descubrió en Europa encontraría en Japón a su mayor productor en los años 30.
Al rayón (o viscosa) en Japón se le llama jinken (人絹), algo así como seda hecha por personas. Y es que el rayón sustituiría a la seda en las prendas de verano. Era más barato e ideal para el verano japonés.
Como la mitad del rayón producido era consumido en Japón hay muchos kimonos y obis antiguos que son parcial o enteramente de esa fibra. El problema es que el rayón envejece mal. Cuando ya tiene unos cuantos años se vuelve bastante frágil y se puede romper, cosa que ya me ha pasado en unas cuantas ocasiones. Una pena por que el general son preciosos obis de verano bordados. No es que se rompan solamente cuando hago el nudo, si no que también se rompen por los bordes dejándome daños irreparables. Y no hay nada que me haga más rabia que un obi que no me pueda poner. Sinceramente, a menos que de verdad os guste mucho la pieza no os aconsejo la compra de jinken (rayón) antiguo.
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