En los mercadillos no hay que preocuparse de la comida ni del entretenimiento de los más pequeños (y no tan pequeños). También hay restaurantes en las cercanías y máquinas de bebidas, en mi caso aquel día hacia tanto calor que toda el agua de las expendedoras se acabó!
El mercadillo es enooooooooooooooorme, al menos dos horas para mirar un poco.
Me encanta *.* Yo ahí me tiraría el día!
ResponderEliminarQue suerte poder ir a Japón :P