Como salimos mucho a pastelerías y restaurantes en kimono, siempre hay la posibilidad de mancharse. Principalmente el obi y la parte del pecho son las zonas que se manchan normalmente. El curry, la soja, otras comidas y aliños tiñen la seda si no se soluciona rápidamente.
Yo me pongo kimono bastante y pasarme el día limpiando manchas no me hace mucha ilusión. Una visita al dentista me dio la solución, que aunque no es muy bonita sí es muy práctica.
Compré un collar para hacer un haori himo para un regalo estas Navidades, es muy largo y ya no se que hacer con el. A reciclar!
Las pinzas pequeñas del dentista no las encontré pero en visita a los bazares chinos compré unas pinzas de papelería lo bastante pequeñas y con un agujero para atarlas al collar.
La primera opción era poner un arete para sujetar las pinzas, pero descubrí que los cierres me harían mejor servicio. En el caso en que la pinza se rompiera, podría cambiarla sin problemas.
Mi principal preocupación ahora es embellecer las pinzas que son un poco feas. No sé si hacerles una fundita de tela, forraslas en papel japonés o pegarles uno de esos adhesivos brillantes para móvil.
Este es el resultado final. No está mal, verdad?
jajaja este post me recuerda a la niña preguntadndo dónde está el kimono. :-)
ResponderEliminarLo gracioso es que en el anuncio ella hace taekwondo. No tendría que preguntar por un kimono si no por un dobok.
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